viernes, 4 de junio de 2010

El humor



¿Sabes aquel que diu, amigo?...y el caso es que luego nos hacía reír aquel tipo tan serio, tan barbudo y tan fumador. Me pongo a considerar qué elemento común hay entre Eugenio y Chiquito de la Calzada y no encuentro otro que no sea el logro del resultado final que ambos buscan: la risa. Un catalán hierático y la caricatura de un andaluz unidos por el conocimiento preciso de un mecanismo complejo, el que provoca la carcajada unánime de un auditorio.

Es difícil y es, también, merecedor de agradecimiento. No siempre hay ganas de reír. He conocido a tipos para los que la risa era un esfuerzo superior al intento de parar una tormenta, tipos que sólo bromeaban cuando jugaban a la ruleta rusa o que emitían un sonido gutural y paleolítico si alguien contaba un chiste en medio de una madrugada enraizada entre destilados y cuentas pendientes. Con ellos, amigo, te garantizo que era mejor mantener un rictus serio, una compostura alerta y bien cerrados los poros de la piel para que no advirtieran la presencia de algún recuerdo que, en forma de anécdota, pudiera causar la aparición de alguna mueca similar a una sonrisa.

Han cambiado los tiempos, siempre cambian. Martes y Trece hacía un humor que hoy no sería emitido en televisión, Faemino y Cansado nos aconsejaban leer a Kierkegaard, Tip y Coll sublimaban el surrealismo y la incoherencia, Gila era un ser maravilloso y fue el único que se dio cuenta de que no merecía la pena ir a Grecia, cuna de la civilización y onomatopeya de la crisis actual, de tan mal cuidada como la tenían, con todas aquellas piedras por medio… ¿está el enemigo?, que se ponga, ¿podrían parar la guerra un momento?...

Maravillosos cómicos. También el cine nos ha dado genios del humor como Charles Chaplin, Groucho Marx o Woody Allen. Todos tan imprescindibles como inevitables. Ellos nos hicieron y nos hacen algo más felices de lo que habitualmente podemos llegar a ser o somos. Y tener algo de felicidad entre las manos, aunque pudiera ser un tipo de felicidad tan irreal como el descomunal y soberbio compositor Johann Sebastian Mastropiero, es disfrutar de las bondades de un oasis en medio de todo este desierto en el cual ha mutado la vida, esa misma que antaño era un valle de lágrimas y es, hoy, hábitat perfectamente amueblado para que lo ocupen la sequía y la desolación.

Dicen los hombres que no saben hablar que no hay táctica más eficaz para conquistar definitivamente a una dama que hacerla reír. Puede que tengan razón, quizá de ese modo nos ven más cercanos, más sinceros si nos mostramos abiertamente como los monos algo evolucionados que somos y no como intelectuales fotocopiados o machos de quita y pon. Yo no lo sé, Juanmita malajoso, no tengo información contrastada porque la sensación más común que he provocado en una mujer es la de incredulidad. Cuando están conmigo, sólo le sonríen al Tato…mi amigo siempre borra la cuenta acumulada si percibe sobre ella los labios de una señora justo un segundo antes de que inicien una risa descarada.

6 comentarios:

José Miguel Ridao dijo...

Di que sí, Manteca; no hay nada como el humor. Es la máxima expresión de la inteligencia humana.

Un saludo mantecoso.

Er Tato dijo...

Nada hay mi querido Manteca, como una tiza en la oreja presta a tachar las cuentas de nácar camufladas en el escote de una hermosa dama. Más tarde, en la madrugada, cuando vuelves del alboroto, siempre me dices con el labio abalconado y esa cara de bobo que te deja el placer al caducar: "Ésta la pagamos a escote, ¿no, Tato?".

Anónimo dijo...

Los mejores peores cástings de OT!

http://news.keteke.com/noticias/musica/ot-nuestros-5-castings-favoritos/2010/

¿Pero esta gente no tiene familia que les digan la verdad?

carmen jiménez dijo...

Muy buena exposición, sí señor. Quisiera contar un chiste para colaborar con la causa, pero de verdad que no se me ocurre ninguno. Yo soy de esas agradecidas que como siempre los olvida, me pueden repetir los mismos chistes que yo vuelvo a reírme.
Saludos.

Paloma Corrales dijo...

El humor es la máxima expresión de la inteligencia (como dice Ridao) que quiere abandonar la seriedad y rebelarse contra lo transcendente.

Por si algún día haces una estadística, a mí se me conquista con la risa, si me haces reír; me has ganado. Claro que si me emocionas hasta las lágrimas, también... no serviré para la estadística; debo ser facilona ;-P.


Un beso.

mangeles dijo...

Que grande es Vd. Sr. Manteca. Y estoy con Ridao. El humor es algo esencial al ser humano.

Muchos besos, amigo.